20 recetas de helado, gelato y sorbete para preparar, servir y saborear
4 minutos de lectura
08 abril 2025
¿Hay algo mejor que una cucharada de helado? Pues sí: uno preparado por ti. Ya sea un nostálgico helado de masa de galletas, un gelato de sorprendente chocolate con chile o un refrescante sorbete de mango, cuando te lo haces en casa tiene algo mágico. Te apetezca lo que te apetezca, hacerlo desde cero significa más sabor, más diversión y que el límite en los ingredientes lo ponga solo tu imaginación. Y como los electrodomésticos KitchenAid hacen el trabajo pesado por ti, lo único que tienes que hacer es sacar una cucharada de helado, adornarlo y disfrutar.
20 recetas de helado, gelato y sorbete para preparar, servir y saborear
El ABC de los dulces congelados: Comprende la diferencia entre helado, gelato y sorbete
No enciendas tu KitchenAid todavía. Hablemos primero de la jerga sobre helados. Aunque el gelato, la crema helada y el sorbete podrían parecer similares, sus ingredientes, texturas y sabores no lo son. Esto es lo que hace que cada uno sea único.
¿Qué es el helado?
El helado se hace con nata, leche, azúcar, y yemas de huevo, y el resultado es un sabor intenso, de textura suave y cremosa. Se emulsiona para incorporarle aire y se contrae ligeramente cuando se congela. ¿El resultado? Una textura ligera y etérea perfecta para comerlo a cucharadas.
¿Qué es el gelato?
En comparación con el helado, el gelato contiene más leche, menos nata y menos yemas de huevo (o ninguna), para una consistencia más densa y sedosa. Sin embargo, al tener menos contenido lácteo, también te cubre la lengua con una capa de grasa menor, lo que significa que los sabores se notan con más intensidad. También se sirve a una temperatura un poco mayor que el helado, para una experiencia más delicada que se funde en su lengua.
¿Qué es el sorbete?
¿No quieres lácteos? No hay ningún problema. El sorbete se hace con puré de fruta, agua y azúcar, lo que lo hace ligero, suave, y más refrescante. En general, se toma más frío que el helado o el gelato, lo que hace que sus sabores frutales, a menudo ligeramente ácidos, destaquen aún más. ¿Una ventaja añadida? Vienen de maravilla para limpiar el paladar.
Cómo hacer helado desde cero en 5 sencillos pasos
¿Hacer helado, gelato o sorbete en casa? Es más fácil de lo que imaginas. Si prestas atención a la mezcla de ingredientes, sabores y texturas, puedes preparar fácilmente un dulce cremoso fácil de servir y con un sabor mucho mejor que el de la tienda. Solo tienes que seguir estos cinco pasos:
Paso 1: Elige la base.

La clave de cada dulce helado es su base. En el caso del helado y el gelato, es una mezcla de leche, nata, azúcar y, a veces, huevos. El sorbete es una mezcla de puré de frutas, agua y azúcar. Procura que las proporciones de la base sean las correctas y obtendrás la textura ideal: suave, fácil de servir con cuchara, ni demasiado líquido ni demasiado sólido.
Paso 2: Escoge el sabor
Vainilla, chocolate, café, fruta fresca... Las posibilidades son infinitas. EN cualquier caso, la mejor manera de dar sabor a tu base depende de los ingredientes con los que estés trabajando. Los granos de vainilla, el café molido o el cacao se suelen infusionar en una base láctea calentándola suavemente. ¿Usas fruta? Bátela para obtener un sorbete sedoso, añade textura incorporándola en trozos recién cortados o redúcela como un sirope y añádela en espiral para preparar helados y gelatos. Pero recuerda: en torno al 95 % del sabor final es el que la mezcla tuviera antes de emulsionarlo todo. Procura que el sabor sea intenso, ¡que tu postre helado no te quede soso!
Paso 3: Enfría la mezcla antes de combinarla
Una base bien enfriada hace que el helado sea más cremoso, así que pon la mezcla en la nevera durante unas horas antes de batirla. Ayuda a que todo se congele de forma uniforme y da a los sabores una oportunidad de desarrollarse más profundamente.
Paso 4: Bate la mezcla a la perfección con la heladera KitchenAid

Es el momento de obrar la magia. El batido añade aire a la mezcla congelada, lo que le da a los helados y gelatos su textura característica. No es necesario hacerlo a mano, solo tienes que usar la herramienta específica. Accesorio de heladera KitchenAid.
Paso 5: Congelar y ¡a zampar!

Una vez batido, transfiere el helado a un recipiente y deja que se endurezca en el congelador durante unas horas. ¿Todo listo? Sírvelo y no te cortes con los ingredientes. Siropes, fruta fresca, frutos secos crujientes... lo que te pidan las papilas gustativas.
Consejo: Guarda la heladera KitchenAid en el congelador

Nunca se sabe cuándo te van a entrar las ganas de helado. Guarda el recipiente de helado en el congelador para que siempre esté listo para preparar uno.
20 recetas de helado, gelato y sorbete que tienes que probar
Recetas clásicas de helados que triunfarán siempre
1. Helado de caramelo

¿Recuerdas esos caramelos que te daba la abuela? Este helado sabe parecido, pero es más cremoso y suave, un lujo para los sentidos. Sus toques de mantequilla, casi de tofe, evocan ese sabor clásico, nostálgico, mientras que su textura suave y aterciopelada lo lleva al siguiente nivel. ¿Quieres ponerle la guinda final? Remátalo con un chorrito de salsa de caramelo y una pizca de sal marina.
2. Helado de chocolate con sal marina

Sin la sal, sería simplemente un helado de chocolate cualquiera. Con ella, el sabor es más complejo, su intensidad se vuelve más audaz, y cada cucharada asalta tus sentidos de manera diferente. Es intenso, lujoso y peligrosamente bueno. Sobre todo cuando lo metes entre dos galletas con pepitas de chocolate o redoblas la magia del dulce con el salado añadiendo un puñado de pistachos machacados.
3. Helado de café

Para los más cafeteros, una cucharada no será suficiente. Este helado de espresso es atrevido, cremoso y con un sabor a café que no hace concesiones. Añádele una cucharada de nata montada si deseas suavizarlo un poco.
4. Helado de canela

Si los bollitos de canela tuvieran un gemelo en forma de helado, sería este. Suave, pero especiado e irresistiblemente fragante, cada bocado te envuelve con ese familiar y acogedor sabor otoñal. Perfecto por sí solo, pero incluso mejor cuando se derrite sobre una rebanada de pastel de manzana caliente.
5. Helado de vainilla

Si el helado de vainilla te suena soso, probablemente es que no lo has probado casero, porque esta versión no tiene nada de básica. Rico, sedoso y con todo el sabor de la vainilla auténtica, no solo marida con tartas y pasteles, sino que los lleva a un nuevo nivel. Y de eso es de lo que tratan los clásicos.
6. Helado de fresa

Se supone que las fresas son jugosas y saben dulces, con un toque de acidez. Pero, ¿alguna vez ha probado un helado de fresa que te dé todo eso? Pues este sí. Rebosa con el sabor puro y ácido de las fresas frescas bañadas por el sol. Sin sabores artificiales, sin regusto extraño. Solo la perfección frutal fresca.
7. Helado de moras con pepitas de chocolate

Agrio, dulce y ácido a la vez. Trocitos crujientes en una crema jugosa. En este helado de mora con pepitas de chocolate el protagonista es el contraste, y eso es lo que lo hace irresistible. La intensidad del chocolate negro compensa la ligera acidez de las moras, creando un sabor gourmet que tan delicioso como refrescante. ¿Una cucharada de esto? Hablamos de puro lujo.
8. Helado de masa de galletas

Si cuando eras peque te encantaba lamer el bol donde mezclabas la masa de galletas, este helado te va a devolver a la infancia. En este favorito de todos, la aterciopelada vainilla se combina con untuosos trozos de masa de galleta para crear la mezcla definitiva de postres. ¿Quieres ir a por todas? Remátalo con migas de galletas para ese toque crujiente extra.
Exclusivas recetas de helados para impresionar en cualquier circunstancia
9. Helado de aguacate

El aguacate no es solo para hacerte tostadas. Aquí se mezcla en un postre de ensueño, aterciopelado, pero tan cremoso como un helado con leche tradicional a pesar de no llevarla. Algo inusual, muy delicioso... Un capricho verde que no te puedes perder.
10. Helado de chocolate con chile

Primero viene el chocolate: agridulce, rico y sedoso. Entonces, justo cuando crees que ya les has sacado todos los matices, el chile te sorprende con un golpe de picante. ¿El resultado? Un contraste audaz e inesperado que perdura de la mejor manera posible. Consejo: Remátalo con un chorrito de miel o una pizca de canela para que este helado de inspiración mexicana sea aún más memorable.
11. Helado de lavanda

La ha olido en velas y sales de baño, pero ¿la has probado alguna vez en helado? Esta fría delicia transforma el relajante aroma floral de la lavanda en algo que puedes saborear. Combinada con una base aterciopelada y cremosa, es al mismo tiempo delicada y un lujo. Desde el primer lametón, te sentirás como si hubieras viajado a la campiña bañada por el sol del sur de Francia.
12. Helado de coco

Teniendo coco, ¿quién necesita nata? Esta delicia helada sin lácteos es increíblemente cremosa y con un ligero sabor a frutos secos, y es la prueba de que no hace falta nata para obtener una textura sedosa que se desliza como mantequilla sobre la cuchara. Para disfrutar de la experiencia tropical completa, sírvelo directamente en una cáscara de coco, preferiblemente con la arena de la playa bajo tus pies.
13. Helado de yogur miel

Dulce como la miel, intenso como el yogur y más ligero que el helado tradicional, porque esta delicia inspirada en el Mediterráneo cambia la mayor parte de la nata por yogur con bajo contenido en grasa. Pero no te preocupes, porque sigue siendo suave como la seda. ¿Te gustaría darle un poco de textura? Espolvoréalo con trozos de almendra tostada y remátalo con un chorrito de dorada miel.
14. Mochi de mango

Bolitas repletas de sabor a mango... este no es el típico helado. Inspirado en los mochis japoneses tradicionales, este dulce se compone de un sedoso corazón de helado de mango envuelto en mullida masa de arroz. Sorprendentes, divertidísimos y no podrás comerte solo uno.
15. Helado de ricotta y canela

¿Ricotta en un helado? ¡Vaya que sí! Este sedoso y cremoso dulce estilo gelato se inspira en los postres italianos clásicos al combinar la suave cremosidad del queso ricotta con la cálida intensidad de la canela. ¿Inesperado? Tal vez. ¿Delicioso? ¡Por supuesto! Pruébalo poniéndole por encima un hilito de espresso o unas migas de biscotti machacado para disfrutar de la experiencia italiana total.
Refrescantes recetas de sorbete para cualquier momento de relax
16. Sorbete de hibisco y mora

Directo del jardín a tu cuchara. Este sorbete de color morado intenso combina las moras con las delicadas notas florales del hibisco, creando un sabor tan vivo como su color. Espectacular, naturalmente vegano y aún más deslumbrante con una ramita de menta encima.
17. Sorbete de tomate y albahaca

Ya sabes que el tomate y la albahaca son el dúo italiano definitivo: en pizzas, en salsas o regados con aceite de oliva. ¿Pero como sorbete? Aún mejor. Los tomates dulces madurados al sol se unen a la fragante albahaca con un toque congelado en un giro ligero, fresco y quizá no tan sorprendente al fin y al cabo, porque es un dúo que nunca falla. Sírvelo entre plato y plato o junto a una cremosa burrata para un plato gourmet.
18. Sorbete espumoso de fresas

¿Quién dice que necesitas una copa de espumoso para brindar? Este sorbete de fresa lleva las burbujas a tu cuchara. Toma las bayas más dulces y jugosas del verano y las mejora con el toque chispeante de un vino espumoso o un refresco con gas. Vierte la mezcla en copas de champán y que comience la celebración.
19. Sorbete de mango

Algunos postres no necesitan presentación. El sorbete de mango es uno de ellos. Es suave, tropical y naturalmente dulce. Sin lácteos, sin complicaciones: puro sabor dorado. ¿Y sabes qué es lo mejor? Está listo en solo 35 minutos. Una gota de limón o una pizca de albahaca fresca es todo lo que necesita para brillar aún más.
20. Sorbete de frambuesa

Este sorbete demuestra que los grandes postres no necesitan una larga lista de ingredientes. Con solo frambuesas frescas, un poco del edulcorante que prefieras y unos minutos batiendo, obtienes un capricho helado brillante, ácido y de una suavidad que te pilla desprevenido. Lo puedes tomar tal cual o con chocolate negro para darle un toque de lujo.
Chef de KitchenAid
— Compartir nuestra pasión por la cocina
En KitchenAid, unimos a las personas a las que les encanta cocinar, hornear, preparar y crear. Durante más de 100 años, KitchenAid ha trabajado en nombre de todos los fabricantes. Sus icónicas herramientas se han diseñado pensando en las personas, lo que abre la puerta a nuevas posibilidades y ayuda a sacar el máximo partido de cada creación.