La fiebre por la dieta crudívora
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7/8/2023
"Cocinar sin cocinar" es una tendencia en auge
La fiebre por la dieta crudívora
Un estilo de cocina que no requiere cocinar nada: una buena noticia para quienes prefieren no acercarse a los fogones a primera hora de la tarde en verano. No estamos hablando de picar un tomate o preparar una vinagreta para una ensalada. La dieta crudívora o movimiento "Raw Food" es una verdadera filosofía como base de una vida sana y equilibrada. Nunca se debe superar el umbral de temperatura máxima de 45 °C. Esta es la regla fundamental de la dieta crudívora, según la cual la alimentación se basa en productos sin cocinar, ya que así se preservan así los principios activos: vitaminas, proteínas, sales minerales, aminoácidos y enzimas. Todo ello se transforma directamente en energía para el organismo, evitando los procesos de cocinado que a menudo destruyen los nutrientes y alteran el pH de los alimentos, haciéndolos menos digeribles y provocando la proliferación de mucosidad en el organismo. La base es procesar los alimentos a las mismas temperaturas que toleran los seres vivos, para garantizar la vitalidad de lo que comemos y, por tanto, una nutrición completa.
Basta con escribir el hashtag #rawfood en Instagram para abrir las puertas del paraíso de las crudités. Pero el origen de esta tendencia se remonta a atrás en el tiempo y es común a todos nosotros: de hecho, es la dieta más antigua de la humanidad, porque los humanos consumían originalmente los alimentos crudos, como el resto de animales. No en vano, el concepto de dieta crudívora no excluye ningún alimento: la versión denominada dieta paleolítica incluye el consumo de carne cruda. Hoy día, la dieta crudívora puede adaptarse fácilmente a las dietas vegetarianas o veganas, las versiones más populares del concepto. La palabra clave es frescura: verduras ecológicas, hierbas, brotes, frutos secos, semillas y legumbres se transforman en innumerables recetas coloridas y deliciosas que garantizan el bienestar y la depuración de nuestro organismo.

Si crees que la cocina crudívora es limitante, te equivocas: gracias a técnicas modernas y un toque de creatividad, puedes preparar cualquier cosa, incluso pizza, cuscús, helado y tiramisú. ¿El secreto? Ingredientes crudos combinados con técnica. En este tipo de cocina, más que en otros, es fundamental utilizar técnicas avanzadas, pero —con un poco de esfuerzo e investigación— los resultados que se obtienen son realmente satisfactorios. El fuego se sustituye por métodos como el marinado, el deshidratado a temperatura controlada, la salazón, el prensado y la fermentación: técnicas que "cocinan" los alimentos sin alterar la temperatura, para mantener (y a veces aumentar) sus beneficios originales. También existen recetas crudívoras en varias tradiciones culinarias: el ceviche sudamericano se basa en pescado crudo marinado en leche de tigre (adobo a base de cítricos); el gazpacho español es una sopa fría de tomate; la panzanella es una ensalada tradicional a base de tomates, pepinos, cebollas y pan seco, muy popular en las mesas italianas, etc.

La dieta crudívora acaba de hacer acto de presencia en la alta cocina: en todo el mundo florecen atractivas experiencias crudívoras que hoy día encuentran su dimensión ideal. Mientras tanto, el chef y educador estadounidense Matthew Kenney —considerado por muchos el padre de la cocina crudivegana— sigue abriendo nuevos restaurantes y academias de formación, y el proyecto Green Monday de Hong Kong pretende que las personas opten por ser vegetarianas (y crudívoras) al menos una vez a la semana. El londinense NAMA —además de ser uno de los restaurantes más de moda del momento— difunde la palabra a través de cursos de cocina crudívora y seminarios de bienestar corporal basados en nutrición. En Los Ángeles se imparte un curso universitario dedicado a la dieta crudívora.

¿Qué tal algunas ideas de cocinado? Un gran plato clásico que puede renovarse con el espíritu crudívoro es la lasaña: sustituye el queso de leche de vaca por queso vegetal y la pasta por calabacín o tomates marinados. Los fideos al estilo crudívoro también son fáciles de preparar: corta las zanahorias en rodajas verticales y déjalas macerar en agua con sal mientras mezclas una crema con anacardos, ensalada de rúcula, zumo de limón, diente de ajo y curry al gusto; después escurre el agua de las zanahorias, aliña las rodajas con la crema y sírvelas. Termina el plato con un picadillo de pimientos, champiñones y tomates cherry. ¿Algo más rápido? Un tartar de aguacate, apio y manzana verde acompañado de una mezcla de semillas.

¿Aún sigues perplejo? Tal vez necesites las herramientas adecuadas. Por último, preparar una buena comida crudívora es menos complicado de lo que parece. Todo lo que necesitas es el equipo adecuado. Puedes combinar la versatilidad y la potencia de una batidora amasadora KitchenAid con una amplia gama de accesorios que pueden ayudarte en tus recetas vegetarianas. Por ejemplo, el cortador en espiral te permite preparar platos creativos y saludables reduciendo cada ingrediente a ligeras espirales, mientras que el accesorio licuadora masticadora de extracción máxima elabora zumos de fruta fresca, purés y mermeladas caseros como por arte de magia, además de salsas de hierbas aromáticas, para contribuir a que tus platos sean extraordinarios. Para los chefs caseros más exigentes, el accesorio procesador de alimentos es lo máximo que se puede pedir: corta en rodajas, dado, tiras y juliana a tu manera para elaborar comidas familiares sanas que satisfagan a los comensales más quisquillosos, además de crear platos elegantes y exóticos que sorprendan a los invitados más exigentes.

Chef de KitchenAid
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